viernes, 30 de septiembre de 2011

Nº 31 ( CARMEN QUIRÓS ) 30 - 09 - 2011

Se equivoca. Lo que necesita el País Vasco (y Galicia, Andalucía, C-L, C-LM, etc.) es que se cumpla la ley, con especial rigor cuando se trate de asuntos de terrorismo o ligados al terrorismo.
El problema cuando no se cumple la ley, es que la sociedad queda desarmada y desorientada, sin saber qué dirección tomar para que se cumpla el contrato social (que a fin de cuentas eso es la ley).
Mientras se tolere la patochada inconcebible de lo que ocurre en el País Vasco (que incluye una banda de estafadores ejerciendo de verificadores) seguiremos alborotados, indignados, con dificultades para digerir tanta bazofia y sin ninguna capacidad para articular una respuesta adecuada para resolver el problema, sólo nos dedicaremos a parlotear.
Cuando existe un problema, lo normal es que se sepa cómo resolverlo. El problema no es el problema, sino que las medidas que hemos de tomar son desagradables, sacrificadas, arriesgadas, incómodas o temibles. Entonces «sacamos el enfermo al camino» y hablamos del problema a quienes están hartos de conocerlo, a los que pasan por ahí, a los que nos vienen a timar, a quien se ponga a tiro, para ver si tenemos la suerte de que alguien tenga un remedio mágico.
No hay remedios mágicos. Si hay que abrir para quitar la vesícula, por mucho que hablemos o se interviene o se muere. Si hay que amputar, la charla sólo pone en peligro la vida del enfermo.
Es lo que hay: O Lex o res, parafraseando a doña Margarita de Monferrat. ¿Seremos capaces de exigir «lex»?

CARMEN QUIRÓS